jueves, 17 de abril de 2014

Con el agua al cuello.



Estaba con el agua al cuello –dice Adrianí refiriéndose al suicida–. Tenía una tienda de ropa femenina en Pangrati, pero con la crisis el negocio se fue a pique. Había firmado un montón de cheques sin fondo y en la caja registradora sólo había telarañas. Pidió un préstamo al banco pero se lo denegaron, porque ya estaba endeudado y ahora los bancos conceden préstamos con cuentagotas. A su mujer, que trabaja en el Ministerio de Agricultura, le recortaron el veinticinco por ciento del sueldo. Además tenía que pagar los estudios de su hija en el extranjero. Total, que se le acumularon los problemas y, desesperado, se tiró por la ventana.”

Petros Márkaris, “Con el agua al cuello” 



No hay comentarios:

Publicar un comentario